Fuente: elpais.com
Cada rincón de Latinoamérica guarda historias de resistencia y lucha. Historias que se escriben no solo con las acciones de grandes líderes, sino también con la determinación de comunidades enteras que se unen por un objetivo común. En esta ocasión, vamos a viajar al Valle de Culiprán, en la región metropolitana de Santiago, Chile, para conocer cómo un grupo de vecinos logró defender su tierra y su bienestar frente a la avanzada minera.
El Portezuelo de Culiprán ha visto, a lo largo de los años, cómo distintas industrias se han implantado en sus tierras. Desde vertederos hasta torres de alta tensión, la historia de esta zona parecía escribirse bajo el sello de la contaminación y el sacrificio. Pero cuando la empresa minera Melón S.A. propuso la instalación de una cantera de puzolana, la respuesta de los habitantes fue un rotundo «¡no más!».
María Fernanda Núñez, una de las voceras del movimiento, recordaba con dolor todo lo que ya habían pasado. No estaban dispuestos a aceptar otro golpe. «¿Aguantar una cantera de puzolana que enfermaría a nuestra gente? No lo íbamos a permitir,» afirmaba.
Lo que siguió fue una historia de ingenio y solidaridad. Sin recursos para enfrentar legalmente a la minera, los habitantes de Culiprán y zonas cercanas se unieron y formaron la Coordinadora Rural Sur. Esta agrupación, compuesta por clubes, juntas vecinales, organizaciones ecológicas y personas naturales, recurrió a rifas para financiarse. No se trataba de una simple recolección de fondos: cada rifa se convirtió en una oportunidad para informar y concienciar a más personas sobre los riesgos de la cantera.

Con el dinero recaudado, contrataron al abogado Álvaro Toro Vega, especialista en derecho medioambiental. Paralelamente, utilizaron diversas herramientas de comunicación, desde revistas hasta podcasts, para difundir la importancia de su lucha y los detalles del proceso legal. A través de estos medios, no solo se informaban entre ellos, sino que lograron llevar su voz más allá, logrando incluso audiencias con altos funcionarios del gobierno.
Finalmente, su esfuerzo dio frutos. En junio de 2023, Melón S.A. decidió retirar el proceso de evaluación de impacto ambiental de la Cantera Puzolana. El Valle de Culiprán pudo respirar tranquilo una vez más.
La historia de Culiprán nos enseña que, frente a adversidades, la unión y la determinación de una comunidad pueden mover montañas. Esta no es solo una victoria para ellos, sino para todos quienes creen en la importancia de proteger nuestro hogar, nuestro ambiente y, sobre todo, nuestro futuro.