El Proyecto Manhattan, un programa ultra-secreto del gobierno estadounidense que se llevó a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, culminó en el desarrollo de las primeras armas nucleares. Si bien muchos conocen a J. Robert Oppenheimer, el «padre de la bomba atómica», hay una historia menos contada pero igualmente crucial: la de las mujeres que trabajaron en el proyecto y que jugaron roles vitales en el avance de la ciencia nuclear.
1. Leona Woods Marshall Libby:
Leona fue una de las pocas físicas en el Proyecto Manhattan. Se unió al equipo de Enrico Fermi en la Universidad de Chicago y jugó un papel fundamental en la construcción del primer reactor nuclear del mundo. Su trabajo ayudó a demostrar que una reacción nuclear en cadena era posible.
2. Lise Meitner:
Aunque no trabajó directamente en el Proyecto Manhattan, la contribución de Meitner a la ciencia nuclear fue invaluable. Fue co-descubridora de la fisión nuclear y ofreció un entendimiento teórico del proceso, aunque no compartió el Premio Nobel de Física en 1944 con su colega Otto Hahn por este descubrimiento, una omisión controvertida que muchos ven como un ejemplo de sesgo de género.
3. Chien-Shiung Wu:
Conocida como la «Marie Curie de China», Wu fue una física experimental que trabajó en la Universidad de Columbia en el Proyecto Manhattan. Su investigación sobre la radiación beta fue esencial para el desarrollo de la bomba. Después de la guerra, su trabajo en la violación de la paridad en las interacciones débiles le valió el reconocimiento mundial, aunque nunca recibió un Premio Nobel por sus contribuciones.
4. Dorothy Crowfoot Hodgkin:
Hodgkin, química británica, no trabajó directamente en el proyecto, pero su trabajo en la técnica de cristalografía por rayos X fue crucial para comprender la estructura de las sustancias críticas utilizadas en la bomba.
5. Ruth Werner:
Werner fue una espía para la Unión Soviética y proporcionó información sobre el Proyecto Manhattan. Su papel no fue técnico, pero su influencia en la historia de la bomba atómica es innegable.
6. Maria Goeppert Mayer:
Aunque Mayer no fue una miembro directa del Proyecto Manhattan, sus teorías sobre la estructura nuclear, que posteriormente le valdrían un Premio Nobel, influyeron en la comprensión teórica del átomo y, en consecuencia, en el diseño de la bomba.
El Proyecto Manhattan es un recordatorio de la complejidad y diversidad de las mentes que contribuyeron a un punto de inflexión en la historia mundial. Las mujeres detrás de este proyecto, ya fueran científicas, espías o teóricas, desempeñaron papeles cruciales, demostrando que la ciencia y la historia no tienen género. Es esencial reconocer y celebrar sus contribuciones, no solo para honrar el pasado, sino para inspirar a futuras generaciones de mujeres en la ciencia.