Si alguna vez te has preguntado si existen personajes en la mitología chilena que combinen astucia, humor y un poquito de picardía, no busques más. Déjame presentarte a Pedro Urdemales, un personaje legendario que, con sus travesuras y ocurrencias, ha logrado engañar no solo a humanos despistados, sino ¡al mismísimo Diablo!

1. El oro de Pedro Urdemales

Una de las hazañas más conocidas de Pedro tiene que ver con su ingeniosa manera de conseguir oro. Cierto día, Pedro cavó un pozo profundo y, al lado de este, un montículo de tierra. La gente del pueblo, curiosa, se acercó a ver qué hacía. Con voz misteriosa, Pedro les dijo que estaba extrayendo oro del suelo. Y, por supuesto, todos querían un pedazo de esa riqueza. Pero Pedro, astuto como siempre, les cobró por cada palada de «oro» que quisieran llevar. Al final, la gente solo se llevó tierra común y corriente, mientras que Pedro se rió hasta más no poder con las monedas que había ganado.

2. Pedro y el Diablo en el puente

En otra ocasión, el Diablo, harto de las bromas de Pedro, decidió enfrentarlo. Así, lo desafió a que pasara una noche en un puente sin mostrar miedo. Si Pedro mostraba temor, su alma sería del Diablo. Pedro aceptó, pero con una condición: podría llevar consigo un saco. Aquella noche, cada vez que el Diablo intentaba asustar a Pedro, este sacaba del saco todo tipo de objetos aleatorios, como gallos cantando y cencerros, distraiendo y confundiendo al Diablo. Al final, el Diablo, frustrado, abandonó el puente, y Pedro, una vez más, se salió con la suya.

3. El engaño del sol y la luna

Pedro, en su afán de evitar trabajar, un día le dijo a un patrón que podía hacer que el sol y la luna aparecieran en el cielo al mismo tiempo. Intrigado, el patrón aceptó el desafío. Pedro, con una sonrisa pícara, colocó un espejo en el suelo, reflejando el sol, y le dijo al patrón que mirara el reflejo. «Allí tienes la luna y allá arriba el sol», dijo, señalando al cielo. Aunque no logró evitar el trabajo, sí consiguió unas carcajadas y el asombro de todos.

Con sus travesuras, Pedro Urdemales se ha ganado un lugar en el corazón y las historias del folklore chileno. Es un recordatorio de que, a veces, un poco de ingenio y humor son suficientes para enfrentar incluso las situaciones más desafiantes. Así que, si alguna vez escuchas una risa misteriosa en una noche silenciosa, podría ser Pedro, tramando su próxima broma.

¡Hasta la próxima leyenda, queridos lectores! Y recuerden: ¡nunca subestimen el poder de una buena travesura!