La arquitectura chilena se ha destacado por su innovación y adaptación al diverso paisaje y clima del país, reflejando un equilibrio entre la modernidad y la tradición. Uno de los arquitectos más renombrados de Chile es Alejandro Aravena, conocido por su enfoque en la arquitectura sustentable y social. Ha sido galardonado con el prestigioso Pritzker Architecture Prize y es famoso por sus proyectos como “Quinta Monroy”, un conjunto habitacional de bajo costo en Iquique, y el edificio “Siamese Towers” en Santiago.

Otro arquitecto chileno prominente es Mathias Klotz, quien ha ganado reconocimiento internacional por su diseño minimalista y moderno, integrando con maestría la arquitectura con el paisaje chileno. Algunas de sus obras más importantes incluyen la “Casa Techos” y la “Casa Ponce”. Por otro lado, Smiljan Radić ha capturado la atención del mundo con su estilo único, creando obras como el “Castillo de la Pureza” y el pabellón de la Serpentine Gallery de Londres en 2014, que destacan por su mezcla de materiales y formas inusuales. La obra de estos arquitectos refleja la riqueza y diversidad del patrimonio arquitectónico chileno, situando a Chile en el mapa de la arquitectura mundial.

Este año, en el marco de los reconocimientos anuales y para cerrar el Mes de la arquitectura y la conmemoración de los 81 años del Colegio de Arquitectos de Chile, el jueves 31 de agosto en la Sede Nacional (Avenida Libertador Bernardo O’Higgins 115, Santiago) se realizo la ceremonia de entrega de los Premios CA 2023, donde una gama de profesionales han sido laureados por sus contribuciones significativas en diversos campos de la arquitectura, ilustrando la diversidad y riqueza del talento chileno en esta disciplina.

Felipe Alarcón Carreño ha sido reconocido con el Premio Arquitectura Regional, destacando por su labor en la reconstrucción post terremoto en Chile y su contribución al desarrollo de viviendas de bajo costo. Su compromiso con la enseñanza y su participación en diversos proyectos y bienales de arquitectura ilustran su compromiso con la profesión y con la sociedad.

Ana Paz Casimino, galardonada con el Premio Promoción Joven, es una arquitecta comprometida con la participación ciudadana, la política universitaria, y las políticas de vivienda y ciudad. Su activismo desde sus años de estudiante y su continuo esfuerzo por vincular la academia con el movimiento social demuestran su pasión por la creación de espacios más justos y equitativos.

Natalia Jorquera, recipienta del Premio Manuel Moreno Guerrero, se ha dedicado a la valoración del patrimonio arquitectónico nacional, especialmente los patrimonios vernáculos construidos en tierra en el norte del país, a través de su labor en la Universidad de Chile y Universidad de La Serena y sus múltiples proyectos de intervención.

Cecilia Leiva ha sido distinguida con el Premio Alberto Risopatrón por su labor en el Colegio de Arquitectos de Chile, promoviendo la Ley de Accesibilidad Universal y representando a Chile internacionalmente en su especialidad de Arquitectura para Todos.

Diego Mellado, con el Premio Fermín Vivaceta Rupio, es apreciado por su expertise en el diseño y desarrollo de edificaciones con sistemas prefabricados y su enfasis en los aspectos tecnológicos y la sostenibilidad en la arquitectura. Su labor académica y su participación activa en instituciones y programas vinculados a la construcción refuerzan su impacto en el ámbito de la tecnología aplicada a la arquitectura.

Finalmente, Diego Rebolledo Flores, quien ha obtenido el Premio Alfredo Johnson, ha combinado el ejercicio independiente con el servicio público, participando activamente en la gestión y desarrollo de proyectos significativos como el nuevo Museo Antropológico Regional de Tarapacá.

Cada uno de estos arquitectos ha contribuido de manera única al paisaje arquitectónico de Chile, demostrando la capacidad de la arquitectura para impactar y mejorar nuestras ciudades, comunidades, y vidas. Sus logros y compromisos subrayan la vitalidad y diversidad de la arquitectura chilena contemporánea.