El cambio climático y sus consecuencias ambientales han llevado a una alarmante conexión con la violencia de género y el aumento del matrimonio infantil. Existe una evidencia contundente que liga los desastres naturales con el aumento de la violencia hacia las mujeres y, consecuentemente, con el matrimonio infantil forzado, especialmente en zonas de desplazamiento ambiental. La mayoría de la investigación sobre este fenómeno se centra en Asia y África, donde el matrimonio infantil ya es una práctica predominante.

Estos matrimonios se perciben, en gran medida, como una respuesta económica a las tensiones creadas por las crisis climáticas. Las familias, incapaces de mantener a sus hijas, las casan en busca de seguridad. Sin embargo, las costumbres locales también influyen. En Vietnam, después de graves inundaciones, hubo un aumento en los matrimonios infantiles, ya que es tradición que la familia del novio pague el dote. Por el contrario, en la India, donde la familia de la novia paga el dote, esta tendencia no fue evidente.

Doherty, una de las investigadoras, enfatiza que estos matrimonios son un efecto indirecto del cambio climático, que amplifica problemas existentes como la desigualdad de género y la pobreza, llevando a las familias a considerar el matrimonio infantil como un mecanismo de supervivencia.

Un aspecto particularmente preocupante es el desplazamiento de familias a campos de refugiados tras desastres naturales. En estos lugares, las jóvenes enfrentan un riesgo elevado de acoso sexual. Como medida de protección, algunas familias optan por casar a sus hijas para salvarlas de posibles agresiones.

Para enfrentar esta problemática, se subraya la necesidad de abordar las raíces profundas de la pobreza y la desigualdad de género. Doherty destaca la importancia de invertir en educación y de incluir las voces de mujeres y niñas en la toma de decisiones. En relación con los desafíos específicos planteados por el cambio climático, se recomienda un acercamiento directo con las comunidades, estableciendo prácticas basadas en investigaciones antes y después de los desastres, para atender las necesidades urgentes de mujeres y niños durante emergencias ambientales.