El tomahawk steak es como el unicornio de las carnes: todos hablan de él, pocos lo han cocinado y aún menos lo han clavado (culinariamente hablando). Para una ocasión especial, o simplemente para demostrar en Instagram que la cuarentena te ha convertido en un as del asador, el tomahawk es tu boleto dorado: más barato que un auto nuevo, más impresionante que una foto con filtro y definitivamente más grande que el ego de tu ex.
¿Qué es un tomahawk steak? Imagínate un ribeye con hueso, pero con esteroides. Es un corte que viene del costillar, específicamente de las costillas 6 a la 12, con un hueso tan largo que podría servir de bate de béisbol en un apocalipsis zombi. ¿Es lo mismo que un ribeye con hueso normal? Sí, pero oye, estamos aquí por las fotos y el show, ¿no?

¿Dónde comprar un tomahawk steak? Si tienes la paciencia de un niño en Navidad. Pero si realmente quieres que te traten como al gourmet que pretendes ser, ve a tu carnicería local donde probablemente te darán un tomahawk, consejos de vida y hasta el teléfono de un primo que te puede conseguir lo que sea.

Las Mejores Salsas para Acompañar tu Tomahawk Hay puristas que dirán que con sal y pimienta basta, pero si quieres darle un giro a tu cena y sentir que estás en un capítulo de «Chef’s Table», experimenta con salsas. Aunque si estás en Kobe y te sirven tu carne de 16 maneras diferentes, probablemente lo único que necesitarás es un buen vino para procesar la cuenta del restaurante.
¿Cómo cocinar un tomahawk steak? Pues como cualquier steak, pero con más paciencia y un termómetro de carne para no acabar con un carbón caro. Puedes usar el horno, el sous vide (si te sientes moderno) o la parrilla (si quieres presumirle a los vecinos). Lo importante es que no termine más seco que tu sentido del humor después de leer este texto.
¿Qué Tan Grande es un Tomahawk Steak? Dependiendo de la vaca que hayas elegido sacrificar para tu cena, pueden variar entre 850 gramos a 1.7 kilos. Cada tomahawk que he comprado personalmente ha sido un monstruo de entre 1.3 y 1.7 kilos, suficiente para considerar seriamente comenzar a hacer ejercicio al día siguiente.
¿Es American Wagyu una Estafa? No, pero si te venden un ‘American Wagyu’ al precio de un riñón, puedes considerarlo. La realidad es que un buen corte de carne depende del marmoleo y de cómo se haya criado la vaca. Si encuentras un buen Prime o un Angus Certificado, dale con fe. Y recuerda, la grasa es sabor, así que no te sientas mal por esos mordiscos jugosos.

En resumen, el tomahawk steak es como la versión en carne de un iPhone: caro, impresionante y absolutamente no necesario, pero secretamente todos lo queremos. Así que enciende ese asador, invita a unos amigos y prepárate para la foto del año… o para un plan B de pizza si las cosas se ponen feas. ¡Suerte!
Preparación
Permíteme iluminarte con la sabiduría culinaria del filete perfecto. Comienza permitiendo que tu bistec, ese majestuoso tomahawk, alcance la temperatura ambiente en la encimera, como si necesitara reposar antes de su gran momento. Mientras tanto, precalienta tu horno a unos modestos 130ºC o enciende tu asador de gas o carbón a fuego lento, como si estuvieras preparando el escenario para una obra maestra.
Ahora, con la precisión de un cirujano, sazona tu bistec con sal y pimienta. Nada de complicaciones aquí, ¿verdad?

Prosigue clavando la sonda del termómetro en la parte más regordeta del bistec (consulta las notas si no posees un termómetro de estos modernos) y coloca el bistec en el centro del horno o lo más alejado posible del calor en la parrilla. Tendrás que darle la vuelta cada 5 minutos aproximadamente, como si estuvieras adiestrando a un animal salvaje. No te preocupes, hay notas para las temperaturas específicas del bistec, no esperaríamos que lo supieras de memoria.

Ahora, dale un descanso a tu bistec por 5-15 minutos, porque al parecer, después de tanto ‘esfuerzo’, necesita un respiro. Mientras tanto, sube la temperatura de tu parrilla, horno de pizza, soplete o sartén de hierro fundido, como si fueran los preparativos para el gran final.
Por último, sella tu bistec hasta alcanzar ese color dorado deseado, que para algunos, es de apenas 30 segundos por lado. Sirve de inmediato con guarniciones y salsas, si es que alguien aún desea más drama en su plato.
